La organización no gubernamental destacó en un comunicado que de esa cifra, unos 610 mil son menores de edad, que viven desplazados en la sureña gobernación de Rafah, amenazada ahora por una invasión terrestre.
Recordó que a principios de esta semana, la ONU señaló que el bombardeo indiscriminado de zonas densamente pobladas puede constituir crímenes de guerra.
Durante los cuatro meses transcurridos desde que comenzó la escalada militar israelí en Gaza tras los ataques del 7 de octubre, más de la mitad de la población del territorio huyó a Rafah en busca de refugio, destacó Save The Children.
Estas familias están ahora hacinadas en un área de solo 62 kilómetros cuadrados, menos de una quinta parte de la masa total de Gaza de 365 kilómetros cuadrados, subrayó.
La institución defensora de la niñez indicó que la mayoría de esas personas duermen en tiendas de campaña improvisadas o al aire libre debido a la escasez de refugio, y también sufren por la escasez de alimentos y medicinas.
“La ampliación de las operaciones militares israelíes en Rafah, el principal punto de entrada de ayuda a Gaza, ahora también amenaza con afectar aún más la prestación de ayuda en todo el enclave sitiado” afirmó.
Es difícil imaginar que la situación empeore más, pero si las fuerzas israelíes se expanden hacia Rafah, lo que suceda a continuación estará más allá de nuestras peores pesadillas, aseguró Jason Lee, director de Save the Children en el territorio palestino ocupado.
Ante esa situación, el grupo llamó a un alto el fuego inmediato y definitivo para salvar y proteger las vidas de los menores.
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