Por ese motivo, los diputados y senadores combinarán su trabajo con la política en este último período de la actual gestión del Congreso, iniciada en agosto de 2020.
Los comicios tendrán lugar en medio de las labores congresuales, por lo que podría estar en riesgo la aprobación de un grupo de proyectos que caducarán de no recibir luz verde antes del 26 de julio.
La Constitución y los reglamentos de ambas cámaras legislativas establecen que los proyectos e iniciativas congresuales tienen una vigencia de dos legislaturas para admitirse; en caso contrario prescriben por rebasar el plazo fijado.
Entre los pendientes están la reforma a la seguridad social, el Código Penal, la ley de Teletrabajo, la ley de responsabilidad fiscal, la enseñanza de inglés como segundo idioma en los centros educativos públicos, la ley de Hidrocarburos y la normativa para la prevención a la violencia contra las mujeres, entre otros.
Sobre ese último proyecto, el presidente Luis Abinader admitió durante su rendición de cuentas a la nación la víspera que la violencia de género es un tema que genera preocupación, y manifestó que no le gustaría finalizar su periodo de gobierno con esa deuda con las mujeres y con el país.
Uno de los tópicos que se esperaba tratara el mandatario era precisamente ese, teniendo en cuenta que el año pasado se registraron 51 feminicidios en la nación caribeña, según cifras oficiales.
En un discurso de casi dos horas, Abinader expresó que «si hay algo que nos preocupa en el ámbito de la desigualdad entre hombres y mujeres es la violencia de género, un fenómeno estructural y sistémico que afecta a toda la sociedad».
En ese sentido, apeló a los senadores y diputados presentes a dotar al país de una ley integral sobre violencia, que permita mejorar «nuestra respuesta a ese grave problema social”.
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