“No habrá huelgas”, subrayó el ministro delegado para el Transporte, Patrice Vergriete, en la cadena France Inter, en declaraciones que pudieran interpretarse como un pedido o un intento de persuasión, aunque el funcionario aseguró “no estar preocupado en lo absoluto”.
En ese sentido, dijo no creer ni por un solo instante que los obreros, los empleados y los sindicalistas pongan en riesgo la imagen de Francia o de sus empresas ante los ojos del mundo entero.
Una huelga durante los Juegos no encajaría en la cultura obrera, y si no fuese así, “yo cambio de país”, porque no comprendo más al mundo obrero, señaló Vergriete a propósito de la cita bajo los cinco aros olímpica, convocada del 26 de julio al 11 de agosto, y la paralímpica, del 28 de agosto al 8 de septiembre.
El sindicato del transporte público de metros y buses de París (RATP) de la Confederación General del Trabajo ya presentó un preaviso de paro del 5 de febrero al 9 de septiembre para “todo su personal”, al denunciar respuestas salariales insuficientes frente a la inflación, poniendo presión sobre el gobierno.
La RATP prevé un incremento de 0,9 por ciento del salario en 2024, el cual está por debajo de las demandas de los trabajadores.
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