«Hacemos un llamado al Consejo de la Federación y a la Duma Estatal de Rusia a implementar medidas para proteger a Transdniester ante el aumento de la presión de Moldavia, tomando en cuenta el hecho de que en el territorio viven más de 220 mil ciudadanos de Rusia», dice la resolución.
El documento resalta además «la experiencia positiva única» de Moscú en mantener la paz en el Dniéster, así como «el estatus de garante y mediador en el proceso de negociación».
La resolución precisa que Transdniester se enfrentó últimamente a desafíos y amenazas sin precedentes de carácter económico, social, humanitario, político y militar.
La historia de esta república se remonta a 1992, cuando varios distritos de la ribera oriental del río Dniéster, de población mayoritariamente rusohablante, se rebelaron contra Chisináu y proclamaron la independencia por temor a que Moldavia se fusionara con la vecina Rumanía tras el colapso de la Unión Soviética.
Chisináu respondió con el envío de tropas al territorio rebelde, lo que provocó un conflicto armado que se prolongó por varios meses.
Actualmente Transdniester es un territorio fuera del control de Chisinau, con todos los atributos de un Estado, incluido una moneda propia. El mantenimiento de la paz en la zona del conflicto corre a cargo de la Comisión de Control Conjunta y un contingente militar mixto de Rusia, Moldavia y Transdniester.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa insiste en resolver el conflicto por la vía negociada en el formato 5+2 (OSCE, Rusia, Ucrania, Unión Europea y Estados Unidos como mediadores, así como Moldavia y Transdniester)
La república insiste en obtener a independencia, pero Moldavia se la niega, ofreciendo a cambio una amplia autonomía
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