Este análisis, publicado en el sitio oficial del Sistema de Información para la Seguridad de la República, prioriza en su primer capítulo, sobre temas geoestratégicos, la actual crisis en Medio Oriente que, según señala, se caracteriza por elementos de alcance regional y el riesgo de desencadenar un conflicto más amplio.

Según apunta en este estudio, como consecuencia de esta guerra, se “afectaron significativamente a los procesos de realineamiento geopolítico en marcha, congelando su desarrollo y provocando en todo el mundo árabe-islámico agitaciones y tensiones”.

Los servicios de inteligencia italianos, enfatiza el documento, prestan alta atención a “las consecuencias humanitarias del conflicto tanto en términos de pérdida de vidas y desplazamiento de civiles, que por degradación de las condiciones de vida en las zonas afectadas por lucha”.

Ante la grave situación en la Franja de Gaza, con más de 29 mil muertes hasta la fecha debido a los ataques de Israel, se reafirma que “Italia está comprometida con el plan humanitario” para asistir a las víctimas y se cita el envío a fines de 2023 al puerto egipcio de al-Arish del buque hospital Vulcano, en apoyo a la población palestina.

“La intensificación de las hostilidades ha causado y seguirá causando importantes implicaciones para la seguridad en toda la región a la luz de los numerosos actores locales implicados y el alto riesgo de que la crisis pueda extenderse a otros contextos”, remarca el documento

Este informe anual de los servicios especiales italianos, elaborado por el Departamento de Información para la Seguridad, de conjunto con las Agencias de Información y Seguridad tanto externa como interna, refleja la diversa gama de amenazas desde la perspectiva de Inteligencia.

Su última edición se divide en tres capítulos, el primero de ellos sobre el escenario geoestratégico, donde además de la guerra en Medio Oriente se aborda el conflicto ucraniano, así como la situación en los Balcanes, África y Asia.

El segundo trata sobre el mundo en transformación y se refiere a la nueva globalización, las migraciones, el factor climático, la yihad islamista global, los problemas energéticos y con las materias primas, así como las nuevas fronteras de la tecnología.

En el tercer capítulo los expertos se centraron en la seguridad nacional en el terreno económico y financiero, el cibernético y de la denominada amenaza híbrida, la explotación criminal de los migrantes, la amenaza del extremismo islámico para Europa e Italia, así como sobre otros riesgos internos y la seguridad ambiental.

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