Según cálculos de la NASA, el tiempo que tarda la Tierra en orbitar alrededor del Sol no es un número redondo de días, por ello, un año solar, o tropical tiene en realidad 365 días, cinco horas, 48 minutos y 46 segundos.

Pero este 2024 contará con 366 jornadas en lugar de los tradicionales 365, un evento que ocurre hace más de dos milenios y tuvo lugar en la antigua Roma, cuando se descubrió que el calendario no estaba del todo alineado con el año solar.

Los historiadores señalan que fue el emperador romano Julio César quien le pidió al astrónomo alejandrino Sosígenes que le ayudara a crear una alternativa al calendario romano más apegada a la realidad y a la rotación de la Tierra.

Ante la exigencia, Sisógenes le recomendó seguir al año solar para medir el tiempo, y dividirlo en 365 días y este ciclo en 12 meses.

De esa forma el número “exacto” sería de 365,25 días, peor para compensar ese cuarto de jornada se instauraron los años bisiestos cada cuatro años, al cual se sumaría entonces un día entero.

La medición instaurada por los romanos estuvo vigente durante mil 600 años; sin embargo, en el período de la Edad Media descubrieron que el matemático de Julio César, se había equivocado en unas pocas cifras y en realidad el año solar tenía 365, 2422 días.

Así, más de un siglo después, se habían acumulado unos 10 días de retraso y ante las dificultades de la Iglesia católica para decidir la fecha de Pascua, la cual debiera caer el domingo siguiente a la primera luna llena después del equinoccio de primavera, el entonces papa Gregorio XIII volvió a alinear las estaciones en 1582.

Ese año, al jueves 4 de octubre le siguió el viernes 15 de octubre. Para arreglar el calendario en el futuro, introdujo lo que usamos ahora: el calendario gregoriano. Es esencialmente el calendario juliano, pero con una nueva regla: todos los años divisibles por cuatro deben ser años bisiestos, excepto los años centenarios, que deben ser divisibles por 400 para ser años bisiestos.

Debido a ello, no se consideraron bisiestos el 1800 ni 1900, pero sí el 2000, y tampoco lo serán el año 2100 ni el 2200, pero sí el 2400.

Por otro lado, la palabra bisiesto proviene del latín «bis sextus dies ante calendas Martii» que significa «doble sexto día antes de las calendas de marzo».

A todos esos cálculos también se han sumado numerosos mitos como el más reconocido de que los años bisiestos son de “mala suerte”, y pudiera pensarse en que algunas veces lo son, sino, evaluamos el 2020 con la llegada de la pandemia de Covid-19.

Para quienes creen más fielmente en esas energías negativas, la historia también los ha ayudado sirve de sustento a las teorías con hechos lamentables como la inauguración en 1772, del uso de la guillotina como método de ejecución en Francia.

El país europeo siguió la tendencia de los bisiestos en 1812 con la peor derrota sufrida por Napoleón Bonaparte, quien perdió a unos 600 mil hombres que lucharon en su ejército ante Rusia.

Para los últimos años del siglo XX, las tragedias en fechas como esas no se hicieron esperar y en 1912 se hundía el Titanic. Unas mil 500 personas morirían y se convirtió este naufragio en una de las mayores tragedias marítimas en tiempo de paz.

Varias han sido las personalidades históricas cuyo fallecimiento ha ocurrido en un año con “doble sexto día antes de las calendas de marzo”. Entre ellas figuran Mahatma Gandhi quien fuera asesinado el 30 de enero de 1948, cuando se dirigía a una reunión para rezar.

Ocho años antes, el régimen nazi construiría el complejo de campos de concentración de Auschwitz en Polonia que fue el más grande de su tipo, y tristemente célebre por ser fundamental para la llamada “solución final”.

Datos de los crímenes del Holocausto indican que más de 1,1 millones de personas murieron en Auschwitz, incluido casi un millón de judíos.

Casi 30 años después sería asesinado en otro año bisiesto (1968), por un segregacionista blanco en el balcón del Lorraine Motel en Memphis (Tennessee), el activista estadounidense, Martin Luther King.

Pero, la historia de crímenes contra celebridades en años bisiestos continuó en el siglo XX y víctima de ello fue el famoso fundador de la banda de rock The Beatles, John Lennon.

El 8 de diciembre de 1980, el ya entonces exBeatles fue baleado por la espalda.

Algunas referencias señalan que, para los escoceses, el 29 de febrero es un día de tan mala suerte como los martes 13 o los viernes 13; sin embargo, la astrología apunta que tal asociación con los años bisiestos no existe.

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