Con la homologación, Roma pretende que la pena sea cumplida en el gigante sudamericano.
Según el portal Consultor Jurídico, será la primera vez que la corte especial de ese juzgado analizará la posibilidad de aprobación de un dictamen penal para transferir la ejecución del castigo a territorio nacional.
En este caso que implique a un brasileño nato, cuya extradición está prohibida por la Constitución Federal.
Pero en marzo de 2023, el relator del caso, ministro Francisco Falcão, determinó de forma cautelar que Robinho, cuyo verdadero nombre es Robson de Souza, entregara su pasaporte al STJ, compuesto por 15 ministros.
Antes de presentar una defensa contra la solicitud de verificación, los abogados del exatleta solicitaron al tribunal que se pidiera al Gobierno italiano que presentara copia completa del expediente, con traducción al portugués, pero la demanda fue rechazada en agosto por la corte especial del Superior Tribunal.
En la época, Falcão recordó que el análisis de la homologación de los laudos extranjeros se limita al examen de requisitos meramente formales, como la eficacia de la sentencia en el país en que fue proferida y el respeto a la soberanía de Brasil y a la dignidad de la persona, no siendo posible la rediscusión del fondo de la acción penal por el STJ.
Al contestar la petición, la defensa alegó, entre otros puntos, que la homologación del fallo que condenó a Robinho sería inconstitucional, pues violaría la prohibición de extradición de brasileño nato.
Para los juristas, habría también transgresión a la soberanía nacional, al decoro de la persona y al orden público brasileño, pues el proceso penal italiano habría utilizado procedimientos de investigación considerados ilegales en Brasil.
En el dictamen sobre el caso, el Ministerio Público Federal se manifestó por la posibilidad de homologación de la condena por entender que la solicitud cumplió todos los requisitos legales.
La pena fue aprobada por la Justicia en Roma, por lo tanto, si el exdeportista, que cometió la violación en 2020, pisa suelo italiano, será detenido inmediatamente.
Al caso Robihno se une el de otro exfutbolista brasileño, el veterano lateral Daniel Alves, condenado por violación el 23 de febrero a cuatro años y medio de prisión tras arbitraje de la jueza Isabel Delgado, de la 21 Sección de la Audiencia de Barcelona (España).
También fue impuesto a Alves un período de cinco años en libertad vigilada, a ser cumplido después de la sanción en cárcel, y pagar una indemnización de 150 mil euros a la víctima por daños morales y físicos, y asumir los costos del proceso.
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