La noticia fue confirmada por la Oficina Nacional de Auditoría británica (ONA), según la cual, además, Londres pagará al país africano 190 mil dólares durante un lustro por cada uno de los ruandeses retornados a su país.
El acuerdo entre el país africano y su antigua metrópoli colonial, está sometido a fuego cruzado de críticas por parte de la oposición laborista que lo califica de “escándalo nacional” y, además, fue decretado ilegal en noviembre pasado por un fallo de la Corte Suprema.
Las precisiones sobre los montos financieros aparecen en el acuerdo firmado en diciembre pasado en esta capital por el secretario del Interior británico, James Cleverly, y el canciller ruandés, Vincent Biruta.
El pacto, con una vigencia de cinco años, prevé que las autoridades británicas podrán devolver a su lugar de origen a individuos que lleguen al Reino Unido de manera ilegal y soliciten asilo político.
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