Al encabezar una reunión del Consejo Supremo de Inversiones, el jefe de gobierno explicó que dichas inversiones proporcionan más de ocho mil oportunidades de empleo y están repartidos en diferentes puntos de la geografía siria.
Diez de estos proyectos fueron aprobados desde el inicio del año en curso, mientras 18 comenzaron ya la fase de producción, y nueve se encuentran en proceso de instalación de maquinaria, precisó.
Durante su reunión, el Consejo aprobó la concesión de una licencia a un proyecto de secado de maíz amarillo en la provincia de Alepo, destinado a la producción de forraje. La nueva inversión tiene una capacidad de producción anual de 70 mil toneladas y genera 36 empleos.
Arnous subrayó la importancia de dar seguimiento a la implementación de varios proyectos hasta su entrada en producción, y llamó a fomentar la inversión en sectores vitales, especialmente en productos farmacéuticos y energías renovables.
Para superar las dificultades y apoyar la producción y las exportaciones, el Gobierno sirio ha otorgado facilidades para incentivar la recuperación de la actividad económica.
Por otro lado, el presidente Bashar Al-Assad promulgó la ley de inversiones que fomenta y protege los capitales extranjeros y locales, y proporciona un entorno propicio para establecer inversiones y proyectos industriales de gran productividad.
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