La fecha coincide con algunos de los objetivos fundamentales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde su fundación en 1945: el desarme multilateral y la reducción de armamento.
Ambos propósitos resultan esenciales en los esfuerzos del organismo por mantener la paz y la seguridad internacionales.
De acuerdo con las Naciones Unidas, las armas de destrucción masiva, y en particular las nucleares, siguen siendo una preocupación debido a su poder destructivo y a la amenaza que representan para la humanidad.
La acumulación excesiva de armas convencionales y el tráfico ilícito de armamento ligero y de pequeño calibre ponen en riesgo la paz, la seguridad internacional y el desarrollo sostenible.
A la par, el uso de otras explosivas en zonas pobladas representa un grave peligro a la población civil.
La ONU advierte que las tecnologías armamentísticas nuevas y emergentes, como las armas autónomas, suponen además un reto adicional para la seguridad mundial.
En ese escenario, esta fecha mundial contribuye a una mejor comprensión sobre los esfuerzos de desarme y su aporte a la paz y la seguridad, a prevenir y poner fin a los conflictos armados así como a frenar el sufrimiento humano causado por las armas.
La fecha, aprobada en 2022 por la Asamblea General, invita a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, la sociedad civil, el mundo académico, los medios de comunicación y las personas a conmemorar este día con acciones que van desde actividades educativas hasta culturales.
lam/ebr