En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados afirmó que es una decisión valiente y la consideró un paso importante en la dirección correcta.
Al respecto, instó al mundo a imponer medidas contra “todo el sistema de asentamiento colonial en todo el territorio del Estado de Palestina”.
Llamamos a la comunidad internacional a adoptar sanciones disuasorias no solo a los colonizadores extremistas, sino también a sus organizaciones terroristas, recalcó.
Es necesario ejercer presión sobre Israel para obligarlo a detener los asentamientos judíos en las tierras ocupadas y desmantelar las milicias armadas, expresó.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) denunció la pasada semana que, desde el inicio del nuevo ciclo de violencia, el 7 de octubre último, se reportaron 447 ataques de colonos israelíes contra la población civil palestina en la Ribera Occidental.
Detalló que en 48 de esos incidentes se informaron víctimas entre los palestinos, en otros 372 se contabilizaron daños a bienes y en 57 víctimas y daños, subrayó.
Un tercio de los ataques de colonos desde esa fecha fueron ejecutados con armas de fuego, incluidos tiroteos, señaló OCHA.
El organismo de Naciones Unidas reveló que “en casi la mitad de todos los incidentes registrados después del 7 de octubre, las fuerzas (de seguridad) israelíes acompañaban a los atacantes o los apoyaban”.
En 2023 se registraron mil 229 ataques de colonos israelíes en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, apuntó.
Según denunció recientemente el primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, más de 751 mil colonos viven en esa región.
En la Ribera Occidental hay 285 asentamientos israelíes, precisó el jefe de Gobierno, tras recordar que son considerados ilegales por la comunidad internacional.
lam/rob
