Los nombres de los posibles sucesores de Otárola que mencionan fuentes cercanas al Ejecutivo y analistas políticos, no incluyen a ninguna personalidad progresista como potencial designado que proponga a la mandataria los demás cambios en el gabinete.

La dimisión, anunciada anoche por el renunciante, generó una crisis total del gabinete ministerial, pues desencadena, por mandato constitucional, que los demás titulares pongan sus cargos a disposición de la presidenta.

Entre los considerados potenciales reemplazante figura el embajador del Perú en España, Walter Gutiérrez, y el canciller, Javier González-Olaechea, quien ayer se reunió durante largas horas con Boluarte.

Otros presuntos candidatos son los ministros de Justicia, Eduardo Arana; Desarrollo e Inclusión Social, Julio de Martini, y Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar, entre otros.

La designación deberá ser ratificada por el Parlamento de mayoría conservadora, por lo que se considera muy posible que sea materia de consultas a bancadas de derecha extrema que, junto a sus aliados, conforman la mayoría congresal.

La crisis quedó planteada anoche, cuando, tras adelantar por orden de la presidenta su regreso de un viaje oficial a Canadá, Otárola presentó su renuncia al cargo con un encendido discurso carente de autocrítica y con elogios a lo que consideró logros del Ejecutivo durante su participación en el gobierno.

En un discurso leído, intentó desacreditar la revelación periodística de audios en los que ofrece a la joven Yaziré Pinedo, en medio de un asedio amoroso, un empleo temporal, según una televisora, a la postre concedido y con elevados honorarios.

Sostuvo que las grabaciones fueron editadas y que su difusión obedece a un complot tras el cual está, según dijo, el expresidente Martín Vizcarra, quien niega estar involucrado.

Otárola incluyó en su balance, casi con orgullo, la represión a las grandes protestas sociales contra el ascenso de Boluarte a la presidencia, que dejaron un saldo de 50 muertos y alertó contra lo que llamó retorno de los violentistas.

Llamó la atención sobre el riesgo para la democracia que para él representa el político nacionalista radical Antauro Humala, tras lo cual anunció que desde la próxima semana saldrá a las calles “a defender la democracia y enfrentar al fundamentalismo violentista que no deja gobernar al país”.

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