El expediente del caso se abrió en febrero pasado tras el incidente que involucró a ambos jugadores y luego que el Getafe trasmitiera su petición a La Liga y esta a su vez a la RFEF, pero dicho comité lo ha sobreseído al no poderse verificar con claridad si el madridista le dijo «rapist» (violador) o «rubbish» (basura) al delantero azulón.
Tras la queja hecha por el club, la máxima autoridad del torneo futbolero español ejecutó el procedimiento habitual y solicitó un informe pericial de lectura de labios para investigar el hecho, que posteriormente remitió al comité disciplinario federativo, competente para decidir al respecto.
En las imágenes de la retransmisión televisiva, recogidas por numerosos usuarios en al red social X, muchos entendían que Bellingham llamó “rapist” (violador, traducido al español) a Greenwood, pero el resumen pericial indica que no logran definir lo expresado en el campo por el centrocampista merengue.
Bellingham sí podría cumplir dos partidos de sanción y no podrá jugar ante el Celta de Vigo y Osasuna debido a la tarjeta roja que le mostró el árbitro Gil Manzano en el estadio de Mestalla, por gritarle en varias ocasiones «it’s a fucking goal» y en actitud agresiva, según lo recogido en el acta por el colegiado.
El Comité de Competición desestimó las alegaciones del Real Madrid para rebajar la sanción, al considerar que no hay error manifiesto en la redacción del acta respecto a como se produjeron los acontecimientos; pero el club merengue aun puede recurrir ante el Comité de Apelación.
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