Mediante una carta abierta, el también candidato a las pasadas elecciones presidenciales solicitó la revisión del plan conjunto de salida de esa fuerza, debido al deterioro de la situación humanitaria y de seguridad, así como por la escalada de la violencia armada y sus efectos sobre la población de la provincia de Kivu Norte.
Mukwege consideró que no es el momento para esa decisión, que puede dejar un vacío de seguridad y a miles de civiles desprotegidos, e invitó al Consejo de Seguridad a que en lugar de la retirada reconfigure el mandato y la presencia de la Monusco.
El Premio Nobel señaló que el conflicto en la RDC es una guerra de agresión que viola los principios de integridad y soberanía del país y corre el riesgo de incendiar toda la subregión africana de los Grandes Lagos.
“Deben adoptarse sanciones enérgicas y medidas inmediatas para garantizar que Ruanda ponga fin a su apoyo al Movimiento 23 de Marzo (M23) y retire sus tropas del territorio congoleño, con el fin de contribuir a desescalar la crisis, silenciar las armas en los Kivus y evitar la tragedia humanitaria”, enfatizó Mukwege.
Añadió que en medio de ese escenario se producen violaciones masivas de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, como el reclutamiento de niños en grupos armados, la violencia sexual y otros crímenes que deben ser castigados y todos los responsables procesados, apuntó.
La Monusco planea abandonar el país antes de finales de 2024, de acuerdo con el plan establecido de conjunto con el Gobierno para “una retirada progresiva, responsable, honorable y ejemplar”, según el ministro congoleño de Asuntos Exteriores, Christophe Lutundula.
Tras 25 años de presencia y con 15 mil hombres sobre el terreno, la salida está prevista en tres fases, comenzando por la provincia de Kivu Sur, para seguir luego por Kivu Norte e Ituri.
La misión apoya la lucha contra los rebeldes en el este de la nación africana y su labor incluye la protección de civiles, personal humanitario y defensores de los derechos humanos frente al peligro inminente de violencia física, así como el apoyo a los esfuerzos de estabilización y consolidación de la paz.
Sin embargo, la prolongada presencia de la Monusco genera actualmente conflictos con la población, que considera que no está comprometida con el enfrentamiento a los rebeldes y son responsables también de otros hechos de violencia.
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