
Después de llegar a una final en 2018 por primera vez en su historia, los del Balcón del Oriente construyeron una dinastía que ha alcanzado en las últimas seis temporadas dos títulos, un segundo lugar y dos terceros, convirtiéndose en uno de los mejores equipos de la actualidad.
Para esta campaña mantienen casi intacta la nómina que los llevó a lo más alto del podio, aunque sufrieron la pérdida de su lanzador estrella, Carlos Juan Viera, por «suspensión provisional obligatoria como parte de un proceso resultante de un control antidopaje fuera de competencia», según reza una nota oficial divulgada el viernes 20 de febrero.
Esta ausencia, unida a la del zurdo Ángel Sánchez, podría debilitar la confianza de varios de los seguidores del conjunto, pero ya «La Pesadilla Oriental» dio muestras hace un año que tiene piezas en el montículo capaces de imponerse en la liga.
Los abridores Alejandro Meneses, Eliander Bravo y Yasiel Labrada, los relevistas Anier Pérez y Rodolfo Díaz, el multifuncional Keniel Ferraz y el cerrador Alberto Pablo Civil (Jugador más Valioso con cinco victorias y 15 salvamentos), que aportaron entre todos 36 triunfos, están más que avalados para halar la carreta de leñadores.
Por supuesto que es el poderío ofensivo la carta de presentación desde tiempos remotos de este equipo, que tendrá en sus filas al incombustible Danel Castro, líder histórico de imparables del beisbol cubano con 2 mil 501.
«La Pantera de Manatí» jugará su campaña número 30 y por su experiencia se ha convertido en una especie de tentáculo del director dentro del terreno de juego y un puente de comunicación entre el cuerpo técnico y los peloteros.
El quinteto formado por los hermanos Yosvani y Yordanys Alarcón, Rafael Viñales, Roberto Baldoquín y Dennis Peña, todos con palmarés suficientes para integrar selecciones nacionales, asusta a cualquiera que se suba a la lomita de los suspiros y en ellos están cifradas las esperanzas de sus parciales.
Además, cuentan con uno de los hombres más rápidos sobre las almohadillas, el jardinero central Yuliesky Larduet, quien es el máximo robador de bases de los últimos años en la pelota cubana.
Reeditar la corona en un torneo que se caracteriza por la paridad de la mayoría de los equipos contendientes es una tarea bien compleja, pero a partir del próximo 9 de marzo cuando se lance la primera bola los contrarios deben estar alertas, porque la leña estará encendida todo el campeonato.
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