Durante el vuelo L800 entre Sídney y Santiago de Chile, con escala en Auckland, ocurrió un fuerte movimiento generado por un evento técnico que provocó lesiones a varios pasajeros.
Un comunicado de la firma señaló que siete viajeros y tres tripulantes de cabina debieron ser hospitalizados tras el aterrizaje en Nueva Zelanda.
La DGAC dijo que este suceso está oficialmente a cargo de la Comisión de Investigación de Accidentes de esa nación ubicada en Oceanía, a donde viajará un experto chileno con el objetivo de sumarse al equipo.
De acuerdo con la institución, se mantiene contacto permanente con la aerolínea chilena para recopilar toda la información necesaria.
Mientras, la plataforma Flight Radar 24, que muestra información en tiempo real del tráfico aéreo alrededor del mundo, dijo tener conocimiento de un incidente de movimiento en el avión referido, pero descartó alguna pérdida notable de altura.
El sitio publicó detalles del trayecto, como la ruta, horarios, altitud y velocidad y remarcó la importancia de mantener abrochado el cinturón de seguridad durante todo el vuelo.
Incluso los cambios de nivel más pequeños causados por turbulencias del aire en cielo despejado pueden ser poderosos e inesperados, puntualizó el portal.
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