La manifestación que comenzó esta mañana paralizó casi todo el tráfico de mercancías en los puertos finlandeses, según el rotativo Yle, al afirmar que la acción durará unas dos semanas.
Según él, los sindicatos se oponen a las reformas del gobierno de Petteri Orpo, incluida la reforma de las pensiones, las bajas por enfermedad, el desempleo, las primas de seguros, así como la simplificación de los despidos y la prohibición de las huelgas.
De acuerdo con la fuente, algunos productos perecederos, incluidos medicamentos y flores, serán transportados en barcos de pasajeros que operan con normalidad.
Anteriormente, los medios locales advirtieron que las huelgas podrían afectar el trabajo de las plantas industriales y el suministro de materias primas, además de provocar perturbaciones en la distribución de combustible.
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