De ese total, seis mil 668 envió de vuelta la nación norteña, mientras la azteca acumuló cinco mil 781, tanto por vía terrestre como aérea, cuando en el mismo bimestre de 2023 fueron 12 mil 449, informó el Instituto local de Migración.
La entidad detalló que del departamento de Huehuetenango regresaron dos mil 403 personas; de Alta Verapaz, dos mil cinco; y de esta capital, mil 415.
En el listado divulgado continuaron Escuintla, mil 397; Quiché, mil 372; San Marcos, mil 354; y Petén, con mil 290.
El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) atendió desde inicios del pasado enero hasta fines de febrero más de tres mil nacionales retornados en el municipio Tecún Umán, departamento de San Marcos, fronterizo con México.
Al menos 15 instituciones forman parte del proceso en ese Centro de Recepción, uno de los cuatro ubicados junto a los de Ayutla, San Marcos y en la Fuerza Aérea de esta ciudad metropolitana.
Sus trabajadores brindan la bienvenida a los migrantes, alimentación, atención médica, apoyo psicológico y acceso al teléfono para que hablen con sus familiares, de acuerdo con los reportes.
El IGM gestiona esa unidad, con el apoyo desde 2015 de la Organización Internacional para las Migraciones, entre otras entidades.
En 2023 regresaron 19 mil 665 nacionales por vía terrestre desde México, mientras mediante traslados aéreos llegaron cuatro mil 730.
Las estadísticas de retornados a este territorio centroamericano desde Estados Unidos, igualmente por esta última vía, mostró un alza de alrededor del 28,2 por ciento frente a las de 2022.
En Guatemala sobresalen las familias completas, incluso niños sin compañía, dispuestos -al menos una vez- a cruzar ríos, desiertos, ciudades desconocidas y zonas controladas por narcotraficantes rumbo al norte.
La violencia, la inseguridad y las depauperadas condiciones económicas –señalan entendidos- los impulsan a emprender el camino a falta de políticas para hacer frente a tales fenómenos, sobre todo dirigidas a las comunidades rurales.
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