En su nuevo testimonio ante la Policía Federal (PF), que duró nueve horas y alcanzó la madrugada de este martes, Cid detalló que su exjefe quería seguir siendo mandatario, incluso, después de ser derrotado en las urnas por el actual gobernante Luiz Inácio Lula da Silva.
Al citar círculos relacionados con las investigaciones, el portal Correio Braziliense indica que el oficial afirmó que no participó en una reunión de contenido golpista realizada por Bolsonaro con ministros de Estado de su gobierno en 2022.
Pero, destacó, que se encontró con los entonces comandantes del Ejército, Marco Antonio Freire Gomes; de la Marina, Almir Garnier; y de la Aeronáutica, Baptista Junior.
Aseguró también que, en la ocasión, fue presentado un borrador golpista, el cual invalidaría el resultado de las justas comiciales y arrestaría autoridades, como el ministro Alexandre de Moraes, presidente del Tribunal Superior Electoral.
El exayudante vigorizó las declaraciones anteriores, en las cuales destacó haber sido informado de que Bolsonaro presionó a comandantes para perpetrar el intento de golpe del 8 de enero de 2023 y detalló lo operacional del esquema.
Con el acuerdo de delación firmado con la PF, en septiembre, el teniente coronel llevó a los investigadores información sobre el contubernio golpista desatado a finales de 2022 por integrantes del Poder Ejecutivo, políticos y militares de las Fuerzas Armadas.
Los investigadores escucharon el 22 de febrero a 23 personas, en Brasilia, Río de Janeiro, Sao Paulo, Paraná, Minas Gerais, Mato Grosso do Sul y Espíritu Santo, a las cuales se les acusa de estar involucradas con una organización criminal creada para atacar a las instituciones.
De los 23 convocados para testificar, 16 de ellos permanecieron en silencio y, entre los que se negaron a hablar, figuran Bolsonaro, quien afirma no haber tenido acceso a todos los documentos de la pesquisa, y el general Augusto Heleno, exjefe del Gabinete de Seguridad Institucional.
Los exministros de Defensa Walter Braga Netto y Paulo Sérgio Nogueira, y el excomandante de la Marina Almir Garnier Santos también optaron por no responder a las preguntas. Como ellos aparecen como investigados, no están obligados a hablar.
Se espera que la investigación sobre el caso se cierre en junio y, a partir de ahí, tenga anuencia de la Procuraduría General de la República.
La expectativa es que eso ocurra y el Supremo Tribunal Federal pueda abrir un proceso penal e iniciar el juicio de los involucrados. En caso de condena, las penas podrán fijarse hasta finales de año.
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