Una declaración del organismo subrayó que el país defiende esta perspectiva en un contexto de desafíos nacionales y el tenso contexto global de crisis.
Significó además que la nación caribeña se mantuvo entre los países del grupo de alto desarrollo humano, intermedio entre grupos posibles, con la posición 85 de 193 naciones o territorios, según el Índice de Desarrollo Humano (IDH) para el 2022, reflejado en la edición del 2023-2024.
Detalló que esta calificación ofrece una perspectiva amplia de algunos de los aspectos del desarrollo humano y no reflejan de modo directo situaciones como la pobreza o la desigualdad y son la suma de tres dimensiones: una vida larga y saludable, el acceso al conocimiento y un estándar de vida decente.
La isla, entre 1990 y 2022, experimentó un crecimiento de 4,1 años en la esperanza de vida y los años de escolaridad en 1,9. Igualmente, el Ingreso Nacional Bruto (anteriormente Producto Interno Bruto) ascendió en un 51, 4 por ciento en ese periodo.
Durante más de cinco décadas, el PNUD ha acompañado al país en sus acciones hacia un horizonte de desarrollo sostenible, desde las diversas agendas que componen una visión multidimensional del progreso, como la protección a la biodiversidad, la adaptación al cambio climático, la transformación productiva y la gestión desde los territorios.
A nivel mundial, el PNUD resaltó como señales de alerta la crisis tras la pandemia de la Covid -19, que acentuó la brecha entre los países más pobres y más ricos; además del deterioro del medio ambiente.
Subrayó también el aumento de frecuencia y duración de los conflictos internacionales, así como la desaceleración de la economía mundial.
Explicó el reporte que las políticas nacionales tienen a tener influencia mundial, principalmente desde los países que acumulan buena parte de la producción y comercio de bienes globales.
Estas interdependencias no gestionadas, producen un bloqueo a las soluciones de desarrollo y afectan de manera creciente a múltiples espacios y grupos poblacionales del planeta, como las mujeres, los jóvenes, los indígenas, las poblaciones LGTBI +, y los pequeños países insulares como es el caso de Cuba.
Ante ese panorama, el PNUD propone construir una arquitectura del Siglo XXI para los bienes públicos globales, un ejemplo de ello fue la nación caribeña cuando facilitó y socializó la respuesta a la pandemia de coronavirus, gracias a la capacidad científica del país y su producción biotecnológica.
El IDH se realiza desde 1990 para elaborar un ranking mundial del desarrollo humano con el objetivo de seguir la evolución de un país a lo largo del tiempo y comparar su situación con la del resto de naciones.
La herramienta permite analizar las tendencias a largo plazo en el desarrollo humano, en el cual se reconocen ciclos d alta y baja, en correspondencia con la viabilidad de implementar políticas públicas según condiciones internas y externas de la nación.
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