De acuerdo con la representante de Acnur en este país, Angèle Dikongué-Atangana, se requieren dos mil 600 millones de dólares para el Plan de Respuesta Humanitaria 2024, que debe brindar apoyo a alrededor de 8,7 millones de personas en la RDC.
En la primera sesión informativa del año, celebrada la víspera con el cuerpo diplomático acreditado en esta nación, Dikongué-Atangana resaltó que actualmente hay un millón de nuevos desplazados en los alrededores de Goma, en la provincia de Kivu Norte, apenas un año después de que se agravara la violencia en torno a la ciudad.
Añadió que en 2023 su organización apenas pudo movilizar el 50 por ciento de los fondos necesarios para asistir a las personas vulnerables, por lo que agradeció a los donantes, pero subrayó que es necesario hacer más, “porque desgraciadamente la situación no va bien”.
La representante de Acnur aludió a diferentes acciones puestas en marcha por su organización, como la instalación de 16 oficinas para hacer frente a la situación humanitaria en Kivu Norte, donde de conjunto con las autoridades locales ampliarán dos asentamientos de desplazados en la periferia de Goma.
En colaboración con otras agencias humanitarias, además, tienen previsto entregar 900 mil refugios en 2024, casi el doble de los 500 mil construidos el pasado año.
Dikongué-Atangana pidió detener la escalada de violencia en el este del país, que está aumentando el número de desplazados en las provincias de Kivu Norte e Ituri.
“Que callen las armas, que cese la violencia, porque ya ha durado demasiado. Sería saludable para las almas que están sufriendo atrozmente”, exhortó.
La Acnur trabaja en la protección general, el refugio y la gestión de emplazamientos para los desplazados internos, pero también ha desplegado un Plan Regional de Respuesta a Refugiados, para proporcionar protección y ayuda crítica a los congoleños que actualmente están en países vecinos.
El plan requiere 668 millones de dólares para brindar apoyo a casi un millón de refugiados y un millón de personas de las comunidades locales, la mayoría en Angola, Burundi, la República del Congo, Ruanda, Uganda, Tanzania y Zambia.
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