«No podemos sino alarmarnos por la retórica del ultimátum, contraproducente y a veces insultante que prevalece hoy en día en las declaraciones de los dirigentes de Armenia sobre la organización y que se impone a la sociedad armenia», dijo Zajárova.

La vocera agregó que Rusia nunca ha cuestionado el derecho soberano de todos los Estados a determinar su política exterior, incluida la medida en que participa en cualquier institución internacional o regional, basado en sus intereses y obligaciones nacionales.

Sin embargo, Moscú está perplejo por el deseo de los líderes armenios de discutir la efectividad de la OTSC fuera del organismo, «dado que para este propósito existen todos los mecanismos, formatos y canales de interacción».

Según Zajárova, el curso actual del liderazgo armenio puede causar «daños irreparables a las relaciones de alianza» entre Moscú y Ereván, así como crear riesgos para la soberanía de Armenia.

Asimismo, la portavoz subrayó que Rusia entiende el nivel de presión sobre sus socios armenios por parte de los países occidentales en su deseo de desestabilizar la situación en la región.

La víspera, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, declaró que su país abandonará la OTSC si la organización no responde a las preguntas planteadas por Ereván sobre el territorio soberano del país.

El Tratado de Seguridad Colectiva fue firmado en 1992 entre Armenia, Kazajstán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán. Un año después, se unieron Azerbaiyán, Belarús y Georgia.

En 1999, Azerbaiyán, Georgia y Uzbekistán se retiraron del Tratado, pero en 2006 la membresía de Taskent fue restaurada y duró hasta 2012.

En 2002, el Consejo de seguridad colectiva decidió otorgar al Tratado el estatus de organización internacional y el mismo año Armenia, Belarús, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán aprobaron la Carta de la OTSC.

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