Un comunicado de la Cancillería indicó que estas incluyen el “deterioro mayor de su institucionalidad y el uso, nuevamente, de fuerzas extranjeras sin un acompañamiento integral que garantice una paz duradera y estable”, y abra el camino al desarrollo económico y social del pueblo haitiano.
El texto recordó que la historia reciente de Haití ha sido testigo de golpes de Estado, intervenciones militares y violaciones del orden político nacional e internacional, que dieron como resultado el actual estado de inestabilidad y violencia.
Añadió que eso ha sido base para que grupos armados, vinculados al tráfico de drogas hacia Estados Unidos, desestabilicen el país.
No hay dudas que detrás de esta situación, se encuentra la mano perversa del imperialismo y sus métodos atroces de dominación, afirmó.
Desde Venezuela, indicó, se reivindica la necesidad de contar con iniciativas a través de diálogo inclusivo y la participación de todas las fuerzas políticas y sociales de Haití, para trabajar en una solución alternativa hacia un plan de naturaleza política, con miras a la conformación de un gobierno.
Además de la reinstitucionalización de los poderes públicos, la reinserción en la economía internacional y la formación de fuerzas de seguridad efectivas y de un ejército propio, que “pueda brindar estabilidad tanto política como económica y social” para el pueblo haitiano.
La República Bolivariana reafirmó su “disposición y voluntad” de contribuir en una solución para la crisis que atraviesa ese pueblo, a través de la construcción conjunta de una respuesta solidaria bajo los principios de buena vecindad y solidaridad internacional.
Recordó que iniciativas como Petrocaribe ofrecían “condiciones favorables” para el acceso a energía, beneficios concretos y directos hacia el bienestar, desarrollo y prosperidad de su pueblo, libre de influencias externas que puedan comprometer su soberanía.
rgh/jcd
