En tal sentido, pidió hoy a la Comisión de la ONU poner el derecho a la salud en el centro del debate mundial de las drogas.

En un mensaje dirigido a la reunión que se celebra en Viena, argumentó que dicho fracaso lo demuestra el último Informe Mundial de la Oficina de Naciones Unidas para las Drogas.

«Las drogas ilícitas están a la mano de todos, mientras que las medicinas controladas no les llegan a los pacientes que más las necesitan», advirtió Petro.

Recalcó que las mafias de las drogas que se crean por la prohibición y la criminalización trasladan sus dineros al norte para el beneficio del sistema financiero, controlado por los grandes capitales y dejan en el Sur global violencia y destrucción.

Al respecto calificó de anacrónico e indolente ese sistema que no ha podido destruir el mercado de las sustancias ilícitas ni fomentado el mercado de las medicinas lícitas. «Insiste en poner al Estado contra el mercado y así pone en peligro a nuestros países y a nuestras gentes», dijo el gobernante y alertó que en tal sentido las democracias están en peligro.

Afirmó que Colombia ha convocado a un proceso de replanteamiento del abordaje de la situación mundial de las drogas que comenzará en la región de América Latina y el Caribe para llevar este debate al resto del mundo.

En su opinión, las causas del fracaso de la guerra contra las drogas están en el aumento del consumo de fentanilo en Estados Unidos, que lleva ya más de 100 mil muertos al año.

Además en el millón de asesinados en América Latina, siendo la región más violenta del mundo debido a la criminalización de las drogas.

En tercer lugar, agregó, «decenas de millones de presos por toda la cadena del narcotráfico, incluido el campesinado que produce hoja de coca» y «cuarto, la destrucción de la democracia por la corrupción y por la toma armada de territorios por organizaciones criminales en América Latina».

«Colombia le pide a la Comisión de Estupefacientes reconocer que el tráfico de armas, el lavado de activos y la corrupción son parte del motor del fenómeno global de las drogas ilícitas», subrayó el presidente.

Aseguró que Colombia puso en práctica todas las fórmulas equivocadas que le impusieron desde afuera para una guerra contra las drogas.

«Pusimos los muertos, le entregamos a soldados y policías una misión imposible. Desperdiciamos dineros de nuestro presupuesto. Convertimos a nuestras comunidades campesinas, indígenas y afros en enemigos. Violamos derechos de manera masiva y sistemática, contribuimos a destruir nuestros ecosistemas y sacrificamos nuestro desarrollo por una guerra que querían otros», precisó.

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