De acuerdo con un comunicado del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) divulgado este sábado, el proceso inició el pasado 21 de febrero y tiene fines “forenses y humanitarios”, conforme a la normativa vigente.
El documento es una respuesta a la nota del diario El País que anunció que el gobierno ecuatoriano creaba en secreto una base de perfiles genéticos de delincuentes.
En la información, el medio español afirma que el hisopado por el que pasan los presos no cumple con un requisito legal, como es la presencia del abogado del interno o al menos un consentimiento por escrito.
“La primera fase del censo de población penitenciaria servirá para verificar la identidad de los privados de libertad, tomar fotografías de tatuajes, registrar huellas dactilares, e iris de ojos. Toda la información será procesada en el Sistema Informático Penitenciario”, precisó el SNAI.
Desde el pasado 8 de enero en Ecuador está vigente -por declaratoria del presidente Daniel Noboa- un estado de excepción y un conflicto armado interno.
De esa forma, el mandatario abrió una puerta legal para que policías y militares actúen con todas sus fuerzas contra las 22 bandas criminales catalogadas como terroristas. En ese contexto, el Gobierno ha aprovechado la circunstancia del control militar de las cárceles para hacer el registro genético, de acuerdo con la información divulgada.
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