La mayoría permanecen ocultos y se les conoce por Tres Ojos. Un cuarto, Zaramagullones, es visible desde el exterior.
Ese paraíso terrenal, calificado así por su belleza, fue disfrutado por los aborígenes de estas tierras antes de la colonización española. En las paredes del lugar hay indicios de esta presencia.
Investigaciones científicas verificaron que el ahora Parque Nacional Los Tres Ojos se formó hace miles de años, luego de un fenómeno natural que causó el desplome de grandes rocas de la zona, que constituyeron una gran caverna con cuatro depósitos de agua comunicados entre sí.
Hasta 1916, permaneció oculta a quienes visitaban el paisaje cercano a Santo Domingo, la capital del país, en busca de esparcimiento.
Tropas nacionales que circulaban por el territorio durante la primera intervención de Estados Unidos a Quisqueya se toparon con la caverna y las cristalinas aguas de los lagos, cuyos contornos semejan un ojo humano.
En 1972, las autoridades que protegen el medioambiente en este país rescataron el sitio para preservar su belleza natural, vegetación, fauna y especies propias del lugar, como lechuzas y ciguas palmera.
Los visitantes pueden recorrer las cuevas subterráneas de rocas calizas y sus lagos siempre en bote, pues está prohibido bañarse. Quienes prefieren caminar deben atravesar los escalones que conectan los ojos de agua conocidos como Lago Azufre (visible desde la entrada), La Nevera (el segundo más grande y también el más frío), Las Damas (el más pequeño) y Zaramagullones (el más profundo).
Por su peculiar belleza, esos parajes dominicanos sirvieron de escenario a conocidas películas como Parque Jurásico III, Tarzán, Fuerza de combate y Oro y polvo.
(Tomado de Orbe)





