El fondo, autorizado por el presidente João Lourenço, permitirá adquirir medicamentos, pruebas rápidas, reactivos para pruebas de carga viral y otros medios, como parte de la respuesta al Programa Nacional de Lucha contra el VIH y la hepatitis viral, con el objetivo de reducir la tasa de mortalidad y morbilidad. Angola aún está lejos de cumplir su compromiso de acabar con el sida para 2030, según dijo el pasado mes de diciembre el secretario de Estado de Salud para el Área Hospitalaria, Leonardo Inocêncio, de ahí los esfuerzos por ampliar los servicios de asesoramiento y diagnóstico.
Actualmente estos superan los dos mil 700 y alcanzan a las 18 provincias del país, sin embargo, todavía no es suficiente, en opinión del funcionario.
Alrededor de 310 mil angoleños viven con el VIH, de los cuales 35 mil son niños de cero a 14 años, el 58 por ciento conocen su estado serológico y el 49 por ciento de los adultos se benefician del tratamiento con retrovirales.
Sin embargo, preocupa que cada año se registran unas 15 mil nuevas infecciones, por lo que además de las cuestiones sanitarias el Ejecutivo considera preciso avanzar en asuntos como la reducción de las desigualdades, la garantía de los derechos humanos, la igualdad de género y la protección social.
Según estadísticas del Instituto Nacional de Lucha contra el Sida, la tasa de prevalencia del VIH en Angola es del 2,0 por ciento.
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