Según informó hoy la agencia estatal de noticias KCNA, el entrenamiento -realizado el lunes en la región noroccidental del país- incluyó el uso de sistemas de lanzacohetes múltiples de 600 milímetros.

La maniobra tuvo por objetivo confirmar el poder y la capacidad del armamento en condiciones de combate real y comprobar el nivel de movilización de las tropas ellos, señaló.

El también comandante supremo del Ejército Popular de Corea se mostró satisfecho por el cabal cumplimiento de esos parámetros y afirmó que el sistema coreano de lanzacohetes súper-grandes está a la altura de los mejores en el mundo y se mantiene en una perfecta disposición para la guerra. Kim ha dirigido este mes varios entrenamientos militares, en medio de los crecientes riesgos de una confrontación con Estados Unidos y sus aliados en la zona, que el jueves pasado concluyeron los ejercicios Freedom Shield, de 11 días de duración y uno de los mayores de su tipo.
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