El viernes, un grupo de hombres armados, vestidos con ropa de camuflaje, desató un tiroteo en la sala de conciertos Crocus City Hall, ubicada en la ciudad de Krasnogorsk, en la provincia de Moscú, apenas unos minutos antes de comenzar un concierto de la banda rusa de rock Picnic.
El tiroteo fue seguido por un incendio, que, según el Ministerio de Emergencias, afectó un área de casi 13 mil metros cuadrados.
Según el último balance de las autoridades, además de más de una centena de heridos, incluidos menores de edad, más de 60 personas murieron en el ataque.
El Comité de Investigación ruso abrió una causa penal por terrorismo tras el ataque. La búsqueda de los atacantes continúa. Las autoridades del país cancelaron todos los eventos masivos y de entretenimiento programados para los próximos días.
Varios líderes mundiales se solidarizaron con el pueblo ruso, expresaron su más sentido pésame a las víctimas del atentado y a sus familias y condenaron el ataque en términos más enérgicos.
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