A juicio del titular, el conflicto en Ucrania retrotrae al país a una suerte de período de “guerra fría”, lo que pudiera implicar el uso de sus facultades para intervenir en función de garantizar los ritmos y los plazos de entrega de determinadas armas.
En una rueda de prensa, detalló que las requisiciones podrían realizarse sobre personas, reservas e instrumentos de producción, o a través de la imposición a la industria de prioridades, en sintonía con las necesidades militares.
Por primera vez no lo excluyo, dijo Lecornu, en un panorama de promesas de más ayuda a Kiev contra Rusia, en el cual Francia ha asumido el papel de líder junto a Estados Unidos, o al menos esa fue la intención del presidente Emmanuel Macron en la conferencia que acogió a finales de febrero París, donde el mandatario incluso no descartó el envío de tropas al frente.
Al precisar los tipos de armas proclives a un impulso, el ministro de Defensa resaltó los misiles antitanque y suelo-aire y las municiones para los obuses autopropulsados Caesar, artefactos que Francia ya ha enviado a Ucrania.
Tenemos urgencias de entrega en algunas áreas, en determinados casos para el verano, dijo.
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