Por segundo día consecutivo la dirigente apuntó que el gobierno nipón y su primer ministro, Fumio Kishida, no cumplen los requisitos mínimos para una reunión con el secretario general del PTC y presidente del Comité de Asuntos Estatales, Kim Jong Un.
Señaló que ayer un alto funcionario del gabinete de Kishida dejó en claro la inadmisible posición de posición de Tokio acerca de dos temas que gravitan sobre las relaciones bilaterales: la retención de civiles japoneses en las décadas de 1970 y 1980 y el programa nuclear de la RPDC.
La respetada hermana de Kim Jong Un subrayó que el primero de aquellos asuntos ya quedó zanjado, y que el segundo es un derecho soberano asociado a la defensa legítima del país y nada tiene que ver con Japón.
Nuestro gobierno volvió a conocer la actitud de Japón y desestimará cualquier contacto y negociación con la parte japonesa. La cumbre bilateral no es un asunto que nos interese, sentenció.
En una declaración anterior (febrero), Kim Yo Jong remarcó que ambas naciones podían forjar un nuevo futuro si Japón tomaba la valiente decisión de allanar la vía para mejorar las relaciones con acciones de buena fe, basadas en el reconocimiento mutuo y abandonando su anacrónica política hostil.
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