De acuerdo con el último censo de población, en el país hay casi 6,5 millones de hogares, lo cual significa que un tercio de ellos sufren problemas que van desde la carencia de una casa, hasta habitar en un lugar precario.

La medición, hecha en colaboración con el Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Católica, va más allá de las estadísticas oficiales, que cifran en 552 mil el déficit habitacional en el país.

Sin embargo, la realidad es mucho más grave, indica el texto, porque hay por lo menos 282 mil hogares que arriendan en situación de pobreza o que no tienen un contrato y pagan un porcentaje muy alto de sus ingresos.

Así lo indicó Clemente Larraín, coordinador de estudios de Déficit Cero, quien señaló la necesidad de incluir también en los informes a las familias con problemas habitacionales que podrían ser mejorados.

La investigación detectó a 265 mil hogares que viven agregados; casi 114 mil en campamentos o tomas ilegales de tierras; más de 18 mil en situación de calle; 99 mil con problemas de hacinamiento y un millón con carencias de saneamiento y confort.

Además, se estableció que unos 800 mil grupos familiares destinan más del 30 por ciento de sus ingresos para el pago de alquiler, lo cual los sitúa en una posición de vulnerabilidad.

El estudio precisó que la demanda de vivienda digna afecta a los grupos más postergados, como hogares monoparentales, sobre todo con jefatura femenina, así como a niños, adolescentes y migrantes.

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