A través de su cuenta en X, el ministro de Relaciones Exteriores de la nación caribeña reflexionó que la industria armamentista es la única gran beneficiaria de los elevados gastos militares de la OTAN.
Recientemente, el jefe de la diplomacia de la isla manifestó en la misma red social que la huella del carbono militar de la organización transatlántica pasó de 196 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (C02) en 2021 a 226 millones en 2023.
Esos números superan las emisiones de gases de efecto invernadero del 80 por ciento de los países del mundo, comparó.
La OTAN alcanzará en 2024 otra cifra récord en gastos militares, seis veces superior a la registrada en 2014, anunció en febrero su secretario general, Jens Stoltenberg, pese a la alarma internacional por el despliegue armamentista.
El representante de la Organización indicó que el incremento responderá a las proyecciones de 18 Estados miembros de utilizar en cuestiones de defensa el dos por ciento de su Producto Interno Bruto.
Desde el 2014 los integrantes del bloque bélico elevaron sus presupuestos militares en 600 mil millones de dólares y el año pasado experimentaron un aumento sin precedentes del 11 por ciento en los aliados europeos y Canadá.
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