Las principales avenidas de la ciudad son sometidas a una ampliación a ambos lados que lleva consigo la demolición de edificios gubernamentales, negocios privados, viviendas, retirada de postes del alumbrado público y del tendido eléctrico y poda de árboles ejecutadas por brigadas que laboran 24 horas divididas en tres turnos los siete días de la semana.
En ese sentido, Ahmed enfatizó que la prioridad del gobierno es cumplir su compromiso de transformar Addis Abeba en una ciudad habitable y acogedora para sus residentes y reconoció que las afectaciones actuales tendrán en un futuro beneficios significativos.
“Si bien el proceso puede afectar propiedades de propiedad o arrendadas por diversos sectores, incluido el sector privado, el gobierno y las comunidades de bajos ingresos, los beneficios a largo plazo de esta ambiciosa empresa serán significativos para todas las partes interesadas y el público en general una vez finalizada”, aseveró.
Dijo estar observando el surgimiento de una nueva cultura laboral que es crucial replicar y sostener a nivel nacional para mejorar la productividad.
Según la Oficina del jefe de gobierno etíope, el alcance del trabajo abarca revitalizar áreas desatendidas de la ciudad, mejorar las condiciones de vida de los residentes en asentamientos informales, instalar sistemas de drenaje integrados e infraestructura de servicios públicos.
De igual manera, ampliar las carreteras para dar cabida al creciente volumen de tráfico, crear amplias pasarelas peatonales, la restauración de sitios patrimoniales y mejora de edificios para alinearlos con los estándares estéticos de la capital.
La Administración de Addis Abeba realizó amplias consultas con las partes interesadas relevantes antes de comenzar el proyecto e implementó acciones para ayudar a los hogares desplazados por las actividades de desarrollo. Se prevé que el desarrollo de los corredores concluya antes de la temporada de lluvias que comienza en junio.
mem/nmr
