Un reporte de la empresa consultora italiana Prometeia, divulgado en el sitio digital de esa entidad, apunta que ese aumento está motivado por un remanente positivo de 2023, y aunque alerta que el primer semestre de este año debe estar “marcado por la cautela”, vaticina que de mantenerse la actual tendencia en 2025 el PIB crecerá 0,9 puntos.
Esa compañía con sede en Milán, especializada en servicios de gestión de riesgos y consultoría financiera, asevera en su análisis que “el crecimiento del PIB entre 2024 y 2026 se estabilizará a un ritmo medio del 0,8 por ciento, muy inferior a los excepcionales de los últimos años, pero superior a los anteriores a la pandemia”.
Los expertos de Prometeia consideran que en los próximos años el escenario de la economía italiana, descontando los acontecimientos internacionales, estará marcado por la aplicación del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR), con inversiones estimadas en una media de 22 mil millones de euros cada año.
Esa entidad identifica cuatro desafíos fundamentales para Italia hasta el año 2030, relacionados con la demografía, la deuda, la digitalización y la descarbonización.
Con una población que envejece más rápidamente que en otros países, el instituto subraya que en esta nación el aumento progresivo del gasto público vinculado a las pensiones y a la asistencia sanitaria podría tener un efecto cada vez peor sobre los indicadores de riesgo de las cuentas.
En relación con el mercado laboral, los especialistas señalan que, sobre la base de los estimados actuales, las personas en edad de laborar se reducirán en 1,5 millones, “con la consiguiente necesidad de apoyar el crecimiento previsto del PIB con 700 mil trabajadores más”, agrega la fuente.
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