Ambos mandatarios sostuvieron más de una hora de conversaciones oficiales en el último día de la visita que el europeo realizó al gigante suramericano, con una agenda dominada por temas políticos, económicos y medioambientales.
Al cierre de los actos formales, en una rueda de prensa los dos consideraron exitosa la estancia de Macron aquí y al mismo tiempo recalcaron las posturas de sus países ante cuestiones de importancia regional y global.
Para Lula, el diálogo entre Brasil y Francia representa un puente entre el Sur Global y el mundo desarrollado, a favor de la superación de las desigualdades estructurales y de un planeta más sostenible.
Según acotó, esas potencias están decididas a trabajar juntas para promover, a través del debate democrático, una visión compartida del mundo.
«Estaré siempre a vuestro lado en todos los proyectos ambiciosos que lleven a cabo para el G20, la COP y todo lo que nos espera en los próximos años. La visita fue maravillosa y los debates excelentes», indicó.
En tanto, el francés habló de mejorar las inversiones mutuas entre la Unión Europea y Brasil, además de elogiar a su homólogo anfitrión por «restaurar» la democracia brasileña.
«Nadie está a salvo de fuerzas muy extremas que vienen a estremer la democracia y Brasil resistió a eso. Hemos discutido largo y tendido sobre esto y quiero avanzar en esto a nivel internacional. Quiero agradecer el espíritu de resistencia y la fuerza para restaurar la democracia», acotó.
Lula y Macron, por otro lado, se refirieron a los conflictos Rusia-Ucrania e Israel-Palestina, y cada uno hizo énfasis en las posiciones de sus gobiernos para promover una salida que conlleve al cese de las hostilidades en ambos casos.
También se pronunciaron en contra de la criminalidad y la minería ilegal, comentaron sobre el proceso electoral en Venezuela e hicieron votos por aumentar la cooperación económica de beneficio mutuo.
Aparte de los encuentros bilaterales, los gobernantes firmaron acuerdos y el galo recorrió sitios de ínteres político en Brasilia, recibió la condecoración de la Orden de la Cruz del Sur y fue agasajado en el Palacio de Planalto con altos honores.
Analistas interpretan esta visita de Macron como un reimpulso a los nexos Brasilia-París tras el retroceso durante la gestión del exdignatario Jair Bolsonaro, destacan la buena sintonía con Lula y el significado de las paradas en Belém, Itaguí y Sao Paulo.
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