Mediante una declaración, la misión para el mantenimiento de la paz instó a todas las partes a deponer las armas y comenzar a trabajar por una solución política y diplomática sostenible.
Al mismo tiempo, la Unifil manifestó su preocupación por el aumento de la violencia actualmente a través de la Línea Azul y apuntó que tal hostilidad causó la muerte de un gran número de civiles y la destrucción de hogares y medios de vida.
En este punto, el comando internacional indicó estar dispuesto a apoyar este proceso en cualquier forma posible, incluso mediante la celebración de una reunión tripartita a petición de las partes.
Al abordar los acontecimientos en el sur del Líbano, el Coordinador Humanitario de las Naciones Unidas aquí, Imran Riza, declaró que los trágicos acontecimientos de las últimas 36 horas provocaron en un solo día la muerte de hasta 11 civiles, entre ellos 10 paramédicos.
En este sentido, denunció los repetidos ataques contra instalaciones de salud y trabajadores sanitarios que arriesgan sus vidas para brindar asistencia urgente a sus comunidades locales.
A propósito, puntualizó que las agresiones a la atención médica violan el derecho internacional humanitario y son inaceptables.
En su mensaje, enfatizó que las reglas de la guerra son claras: se debe proteger a los civiles, incluidos los trabajadores de la salud.
A la luz de la brutalidad sionista, la Cancillería de Líbano presentó una denuncia ante el Consejo de Seguridad por las masacres cometidas por Israel contra socorristas y civiles en las localidades de Al-Habbariyah, Naqoura y Baalbek.
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