Gebeyehu, mediante un comunicado, expresó su pésame a los afectados y reconoció la respuesta de las fuerzas yibutianas y sus socios para responder a la crisis y, ante los desafíos que plantean las consecuencias de las intensas precipitaciones, instó a la precaución y a la vigilancia en toda la región.
Enfatizó la importancia de cumplir con las medidas de seguridad y los protocolos de preparación para desastres para mitigar daños mayores y garantizar el bienestar de los ciudadanos.
“Las recientes inundaciones en nuestra región resaltan la necesidad apremiante de abordar el cambio climático a través de estrategias de mitigación y adaptación. Debemos colaborar de manera proactiva para implementar soluciones sostenibles y reforzar nuestra resiliencia frente a los impactos del cambio climático”, reflexionó.
Expresó el compromiso de la IGAD a ayudar a los Estados miembros a cultivar un futuro más resiliente para todos al brindar asistencia a través de pronósticos climáticos, iniciativas enfrentar los efectos del cambio climático, entre otras acciones.
Las fuertes lluvias registradas en los últimos días en varias regiones de Djibouti ocasionaron la caída de rocas de montaña en varios tramos de la carretera que une la capital con Tadjoura, obstruyendo el tráfico, y el río Ambouli se salió de su cauce. Esto último ocurrió en 1994 y 2004.
Varias personas fueron evacuadas, incluso con el uso de medios aéreos, debido a la complejidad del acceso a las áreas inundadas. Hasta el momento no se precisa cifras oficiales de las personas protegidas.
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