De acuerdo con un comunicado de la Presidencia, el encuentro tuvo como objetivo establecer líneas estratégicas y de acción en las zonas atacadas por la delincuencia y el crimen organizado en los últimos días.

“Estamos viviendo una ola de violencia especialmente en cuatro provincias, y tenemos que estar aquí presentes. No nos vamos a dejar amedrentar y vamos a enfrentar a los grupos narcoterroristas y a toda persona que quiera atentar contra la libertad de los ciudadanos”, mencionó el mandatario.

Según la ministra de Gobierno Mónica Palencia, las acciones acordadas en la reunión se enmarcan en el Plan Fénix, con énfasis en investigación, prevención y contención.

«Actuaremos con determinación en la identificación de los cabecillas de los focos de violencia», afirmó Palencia.

El incremento de los homicidios en pleno estado de excepción en Ecuador pone en duda el denominado Plan Fénix, estrategia con la cual el Gobierno de Noboa busca bajar los índices de inseguridad del país.

Pese a la militarización y toque de queda, durante el feriado de Semana Santa hubo 137 asesinatos, mientras los secuestros y las extorsiones se multiplican en algunas ciudades.

“No existen resultados concretos, ni cifras reales del famoso Plan Fénix. De hecho, creo que ni siquiera existe y solo es parte de la jerga discursiva del presidente Noboa”, afirmó el abogado y analista político Mauro Andino.

En varias ocasiones, expertos en materia de seguridad advirtieron que los estados de excepción, como el que decretó el mandatario ecuatoriano en enero pasado, no son la solución a la violencia, sino que son necesarias otras medidas para resolver la raíz del problema: desigualdad, pobreza, desempleo y falta de oportunidades.

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