Mattos admitió que esos sectores «tienen razón» en sus reclamos sobre la sobrevaloración del peso uruguayo.
El titular del MGAP sostuvo que las herramientas del Ministerio de Economía y Finanzas no han sido efectivas para revertir el atraso cambiario.
Hay una “realidad de un dólar que no ayuda al proceso de exportación”.
Apuntó que el primer objetivo de la política oficial fue reducir la inflación, «pero para el sector productivo se ha tornado muy pesado”.
Para Mattos, la inflación en dólares “impacta en los costos de producción, y cuando eso lo asociamos a una caída en la producción física, como ocurrió el año pasado por la sequía, o con reducción de precios internacionales, la ecuación económica se torna bastante compleja”.
La semana anterior la Federación Rural emitió un comunicado en el que reclamó que el valor del dólar se establezca por 58 pesos. Actualmente la divisa verde está a 37,20 pesos.
Mattos consideró que sería un gran alivio para el sistema productivo tener un dólar más alineado y competitivo”.
Sin embargo, acotó que “la intervención puede ser un camino sin salida porque después no es suficiente”, porque “el tamaño de la economía uruguaya frente al tamaño regional es de baja incidencia”.
La víspera se conoció aquí una comparación de la revista britanica The Economist que sitúa al peso uruguayo entre las monedas más sobrevaloradas frente al dólar.
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