De acuerdo con el informe, publicado en los sitios digitales de ambas entidades, en dos mil 124 de esos hechos violentos las víctimas fueron menores de edad, de ellas un 51,0 por ciento del sexo femenino, y sumaron 52,0 puntos porcentuales los abusos de este tipo contra niños y niñas con menos de 10 años.
En el contexto de los actos catalogados como violencia doméstica y de género contra mujeres, en el 61,5 por ciento de los casos el autor está vinculado a la víctima por una relación sentimental actual o pasada y solo suman 1,5 puntos porcentuales aquellos en los que el causante es un desconocido.
Por otra parte, en el 42,0 por ciento de estos hechos, hay menores involucrados como testigos involuntarios, lo cual causa daños en el desarrollo psicofísico de los mismos, quienes corren el riesgo de sufrir sus efectos a lo largo de su vida, incluso cuando sean adultos.
El miedo constante, la sensación de impotencia y la incapacidad de reaccionar marcan el crecimiento de los niños expuestos a la violencia, refiere el análisis, el cual apunta que el impacto psicológico es devastador sobre todo en los casos donde las mujeres mueren, por las profundas consecuencias en la vida de los huérfanos.
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