El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados denunció en un comunicado su muerte y llamó a la comunidad internacional a cumplir con sus responsabilidades de protección al pueblo palestino.
También criticó “la política de opresión y abuso” adoptada por el Servicio Penitenciario israelí (IPS) contra los reclusos palestinos, que incluye una deliberada negligencia médica contra los enfermos.
Por su parte, el secretario del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, Hussein Al-Sheikh, criticó “la política de muerte lenta” adoptada por el IPS.
Israel ignora todos los convenios y acuerdos internacionales relativos a los prisioneros, señaló el funcionario, quien cuestionó la decisión de ese país de privarlos de su derecho a recibir tratamiento médico.
Daqqa dejó un legado de lucha y sacrificio que servirá como fuente de inspiración para las generaciones futuras, aseguró.
Por su parte, el presidente del Consejo Nacional Palestino, Rawhi Fattouh, responsabilizó al Gobierno de Benjamin Netanyahu por la muerte del detenido.
Daqqa murió por la negativa del IPS a proporcionarle atención médica, afirmó Fattouh.
“Las autoridades de ocupación rechazaron la solicitud de brindarle el tratamiento necesario en hospitales especializados, en clara violación del artículo cuatro de la Convención de Ginebra, que protege a los prisioneros”, subrayó.
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