En declaraciones realizadas al finalizar un Consejo de Seguridad en el municipio de Samaniego, en Nariño, al suroeste de la nación, remarcó el mandatario que la existencia de las economías ilícitas son las causas principales de la violencia.
Apuntó que donde hay cocaína y minería ilícita hay violencia con armas que empiezan a ser financiadas por esa ilegalidad.
Si se quiere la paz, dijo, hay que transformar el territorio porque la pacificación no significa solamente las armas, la acción militar o la justicia, “sino que tiene que haber una transformación de lo que vivimos, de cómo podemos vivir más prósperamente en el territorio, de donde muchísima gente no quiere salir porque es su lugar, es su terruño”.
“El Gobierno tiene que dar el impulso para esa economía”, expresó.
Acotó que este es el momento de hacer la paz, pero alertó que esa labor que no puede ser conducida únicamente por la comunidad, sino que se requiere que el pueblo esté organizado.
“Tampoco lo puede lograr el Gobierno solo porque necesita del pueblo. Ustedes necesitan de un gobierno amigo, compañero en las vicisitudes, que sufra los problemas igual que ustedes y que con ustedes pueda, en esa compañía, solucionarlos”, enfatizó en su discurso a las personas de Samaniego que le escuchaban.
Petro estimó que la paz puede ser considerada también como el tránsito que implica transformar una economía que produce el terror y miedo por otra que genere paz y tranquilidad, y que aporte más razones económicas de prosperidad a la población.
oda/ifs
