El peligroso artefacto explosivo se encontraba enterrado a solo 50 centímetros de profundidad y fue hallado por residentes de la aldea de Thach Son, comuna de Ngoc Son, mientras cavaban para acometer la construcción de una carretera.
La bomba, de 25 centímetros de diámetro, 150 centímetros de longitud y etiquetada como MK-82, fue retirada y desactivada de forma segura en un sitio designado con ese propósito.
De acuerdo con estadísticas del Centro Tecnológico para la Eliminación de Bombas y Minas del Comando de Ingeniería, citadas por la agencia de noticias VNA, hasta siete mil 645 de las ocho mil 686 comunas de las 63 provincias y ciudades de Vietnam están contaminadas con municiones sin explotar (MUSE).
Mientras, el Comité Directivo Nacional para la Recuperación de los Impactos de las Bombas y Minas Terrestres en la Posguerra precisó que unas 800 mil toneladas de MUSE permanecen esparcidas en 6,6 millones de hectáreas, o un 20,12% del suelo vietnamita, básicamente en la región central, haciendo peligrar la vida de las personas.
Hace apenas un mes fue encontrado un artefacto similar por un hombre que pescaba en un río en la norteña provincia vietnamita de Hung Yen.
El Gobierno de Vietnam trabaja por poner fin para 2025 a los accidentes causados por minas y artefactos explosivos sin detonar, un empeño en el que cuenta con la colaboración de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea del Sur y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Según el Centro de Acción contra Minas y Bombas de Vietnam, en los últimos 10 años fueron revisadas cerca de 500 mil hectáreas en busca de esos mortíferos ingenios.
A partir de 1975, cuando se produjo la vergonzosa y definitiva retirada de las tropas estadounidenses de esta nación Indochina, más de 40 mil personas murieron y alrededor de 60 mil sufrieron heridas y mutilaciones como consecuencia del estallido de explosivos remanentes de la guerra.
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