El representante del Ejecutivo federal busca el apoyo parlamentario de las distintas formaciones del Gobierno (socialdemócratas, verdes y liberales) para la adopción de la normativa jurídica, divulgó este martes la agencia germana de prensa DPA.
En una carta dirigida a los integrantes del órgano legislativo, Habeck pidió la aprobación de la norma para cumplir con la expansión de las energías renovables, uno de los objetivos centrales de la coalición gubernamental.
“Este proyecto de ley contribuirá de forma significativa a ello en los ámbitos de la energía eólica marina y las redes eléctricas”, señala la misiva.
En concreto, apuntó la fuente, se trata de la aplicación de los requisitos de la Unión Europea (UE), lo cual permitiría prescindir de ciertas obligaciones de revisión medioambiental en algunas demarcaciones, con el objetivo de ahorrar tiempo en los procesos.
“Al mismo tiempo, debe garantizarse que se evitan en la medida de lo posible los impactos ambientales negativos. Por tanto, deben evitarse determinadas zonas, como las áreas marinas protegidas o los corredores designados para la migración de las aves”, explicó Habeck.
A inicios de 2024, la Agencia Federal de Redes notificó que las inversiones solares y eólicas ocuparon el liderazgo nacional en cuanto al establecimiento de nuevas capacidades para el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía.
Solo la capacidad solar recién instalada duplicó su monto en comparación con 2022 y alcanzó los 14,1 gigawatts (GW), ilustró el organismo.
De acuerdo con los cálculos preliminares de la Agencia, la expansión de la energía eólica terrestre en 2023 fue de 2,9 GW por encima del nivel del año anterior.
En cuanto a la energía eólica marina, el nuevo parque en el mar Báltico, Arcadis Ost I, entró en funcionamiento con 0,3 GW de potencia; de tal forma, la capacidad instalada conjunta subió a 8,5 GW en 2023, al sumar las instalaciones en el Báltico y el mar del Norte, indicó el organismo.
Según la DPA, la propuesta del ministro Habeck es objeto hoy de diversas críticas provenientes de agrupaciones ambientalistas.
La organización ecologista alemana Nabu consideró que la normativa propiciaría un “desmantelamiento excesivo de las normas medioambientales”, mientras Deutsche Umwelthilfe alertó sobre las “nefastas consecuencias para la conservación marina”, ejemplificó el reporte.
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