Por los cálculos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), el incremento menos acelerado responderá en buena medida al desempeño de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Compuesta por 38 Estados, la agrupación reúne a socios como Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza y Turquía.
A juicio de la AIE, en el primer trimestre de 2024 hubo una demanda “excepcionalmente débil” por los integrantes de la OCDE, en particular de los europeos, mientras Estados Unidos y Canadá registraron ligeros aumentos.
Pese a la desaceleración en ciernes, precisa el informe, el nivel de expansión mundial de la demanda de crudo sigue en sintonía con la tendencia anterior a la pandemia de la Covid-19, aunque las proyecciones para la economía mundial en 2024 son moderadas e influyen factores como el despliegue de las tecnologías con energías limpias.
Desde el punto de vista de la oferta, la institución reconoció los recortes aplicados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, la llamada OPEP+, y consideró que el auge de las extracciones seguirá liderado por productores ajenos al cartel, entre ellos, Estados Unidos, Canadá y Guyana.
La AIE prevé que en 2024 la extracción global de crudo aumente en 770 mil barriles por día, hasta los 102,9 millones, debido fundamentalmente al impulso de los países que no pertenecen al pacto de la OPEP+, encabezados por Estados Unidos.
De acuerdo con el análisis, la capacidad global de las refinerías será de 83,3 mbd en 2024, lo cual supone una caída de 160 mil toneles por jornada frente al pronóstico de marzo, teniendo en cuenta la disminución de producción en Rusia, interrupciones no planificadas en Europa y el comportamiento del sector en China.
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