lunes 29 de abril de 2024
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Descubren causa de la formación de colosales olas rebeldes

Canberra, 15 abr (Prensa Latina) Durante una expedición a aguas que rodean la Antártida, científicos de la Universidad de Melbourne, Australia, descubrieron que el viento impulsa la formación de colosales e impredecibles olas rebeldes, aportando información para modelos de predicción.

En un artículo publicado en Physical Review Letters, el equipo de investigación dirigido por el profesor Alessandro Toffoli explicó que una ola rebelde es un oleaje único mucho más alto que las olas cercanas, que puede dañar los barcos y la infraestructura costera.

Las olas oceánicas se encuentran entre las fuerzas naturales más poderosas de la Tierra y, como las tendencias globales sugieren que los vientos oceánicos soplarán con más fuerza debido al cambio climático, podrían volverse más poderosas.

Toffoli subrayó que las olas rebeldes son colosos (dos veces más altas que las olas vecinas) que aparecen aparentemente de la nada.

Utilizando tecnología de punta y embarcándose en una expedición a uno de los reinos oceánicos más volátiles de la Tierra, los científicos implementaron una técnica novedosa para obtener imágenes tridimensionales de las olas del océano.

La primera medición científica de una ola rebelde fue la de Draupner, de 25,6 metros, registrada en el Mar del Norte en 1995, en tanto en el siglo XXI se han reportado 16 incidentes sospechosos de tales eventos.

«Los mares agitados y los vientos salvajes de la Antártida pueden hacer que las grandes olas se autoamplifiquen, lo que da como resultado una frecuencia de ondas rebeldes que los científicos habían teorizado durante años, pero que aún no podían verificar en el océano», dijo Toffoli.

Basándose en estudios numéricos y de laboratorio, que habían sugerido el papel del viento en la formación de olas rebeldes, las observaciones del equipo de investigación validaron estas teorías en el entorno oceánico real.

Nuestras observaciones ahora muestran que las condiciones marinas únicas con olas rebeldes surgen durante la etapa joven de las olas, cuando responden mejor al viento, lo que sugiere que los parámetros del viento son el eslabón perdido, afirmó el profesor.

El viento crea una situación caótica donde conviven olas de diferentes dimensiones y direcciones y hace que las olas jóvenes crezcan más altas, más largas y más rápida, y durante esta autoamplificación, una ola crece desproporcionadamente a expensas de sus vecinas, añadió.

“Mostramos que las olas jóvenes muestran signos de autoamplificación y una mayor probabilidad de volverse rebeldes debido al viento. Registramos olas dos veces más altas que sus vecinas una vez cada seis horas”, destacó el profesor Toffoli.

“Esto refleja los modelos de laboratorio: que las condiciones del mar teóricamente más propensas a la autoamplificación producen olas más rebeldes. Por el contrario, no detectamos olas rebeldes en mares maduros, que no se ven afectados por el viento”, concluyó el experto.

jha/lpn

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