Elaborada después de la creación de la Comisión de Actualización y Modernización de los Comicios, planteó 31 artículos que cambian la normativa actual, que van desde el enrolamiento del ciudadano, hasta las sanciones para las fuerzas en la contienda.
Las modificaciones se dividen en seis áreas (sistema de votaciones, financiamiento político, régimen de medios de comunicación, justicia electoral, autoridad de los sufragios y el proceso en sí.
Alfaro declaró a la prensa local que no se puede seguir con las mismas reglas en la Ley Electoral, ni con un Tribunal que se le llama Supremo, pero no tiene autonomía.
Tampoco –agregó- se puede seguir con organizaciones políticas que son deslegitimadas y luego procesadas porque no hay fundamento, ni hay fortalecimiento, lo cual afecta la democracia.
La presidenta del Tribunal Supremo Electoral subrayó que la judicialización es real, en referencia abierta a los antejuicios promovidos por la Fiscalía en contra de los magistrados.
El máxima figura del Congreso del país, Nery Ramos, remarcó que se debe aprender del reciente proceso de votaciones para que no exista otro con las mismas condiciones.
Debemos esforzarnos por blindarlo, que es una garantía de la participación ciudadana y en defensa de la democracia, aseveró.
“Ojalá para el siguiente proceso electoral (podamos) tener una ley fuerte, robusta, que le dé esa autonomía al Tribunal Supremo”, resaltó Ramos.
Ello, acotó, para que nadie que crea tener poder sobre las instituciones y sobre nuestras leyes, venga a vulnerar lo más sagrado de la sociedad, que es el proceso electoral en favor de un modelo de gobierno democrático, afirmó.
Por ser una ley de rango constitucional, antes de su aprobación final, la reforma deberá ser sometida a un análisis constitucional.
Solo después de superar esta fase, regresaría al pleno para su aprobación en redacción final, de acuerdo con expertos.
Guatemala tuvo un proceso electoral que en el corazón de la mayoría de los guatemaltecos y guatemaltecas fue una fiesta, sin embargo, con momentos de violencia y tensión, expresó el presidente de la nación, Bernardo Arévalo, al lanzar la Comisión de Actualización.
“Tomemos la determinación de que nunca más (haya) un intento de la vulneración de las instituciones de la democracia por parte de grupos criminales. Nunca más”, concluyó el jefe de Estado.
rgh/znc
