El 4 de abril se cumplió un mes desde que ese aeródromo cesó sus operaciones debido a la intensa actividad de la coalición de pandillas en la zona.
De hecho, en un tiroteo una bala pérdida fue a parar al fuselaje de un Airbus de línea Sunrise Airways que cubriría la ruta Puerto Príncipe-La Habana.
Las cercanías de la pista estaba rodeada por los pandilleros quienes estaban apostados esperando al entonces primer ministro, Ariel Henry, quien regresaba de un viaje de Kenya.
Henry fue firmar un acuerdo para traer aquí una fuerza multinacional encabezada por ese país africano para apoyar a la Policía Nacional de Haití.
Henry hizo escala en Estados Unidos, desde allí, emprendió el viaje de regreso, pero ante la amenaza de los maleantes armados con ametralladoras automáticas, decidió aterrizar en República Dominicana, vecino que le impidió pisar su territorio.
Hoy Henry está radicado en Puerto Rico y sin poder regresar a casa.
Spirit Airlines informó que todos sus vuelos a Haití están cancelados hasta nuevo aviso, mientras que JetBlue Airways y American Airlines planean volar aquí en mayo, señaló el diario Le Nouvelliste.
Dicha planificación puede cambiar, si te tiene en cuenta la situación política que vive la nación caribeña recalentada por la violencia protagonizada por las pandillas, que controlan el 80 por ciento de Puerto Príncipe y la zona del aeropuerto puede considerarse bajo su total influencia.
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