En un comunicado, la Presidencia afirmó que la postura de Washington es injusta, inmoral e injustificada al tiempo que desafía la voluntad de la comunidad internacional.
Esa política estadounidense hacia Palestina y su pueblo representa una agresión flagrante contra el derecho internacional y alienta la continuación de la guerra de genocidio israelí contra la Franja de Gaza y Cisjordania, subrayó.
Alertó que también “empuja aún más a la región al borde del abismo, a la luz de la continua ocupación israelí”.
Mientras, el gubernamental movimiento Fatah recordó que las sucesivas administraciones estadounidenses se opusieron sistemáticamente a los derechos del pueblo palestino debido a su “absoluta parcialidad hacia el sistema de ocupación colonial”.
La postura de la Casa Blanca constituye un respaldo a la guerra de genocidio que Israel impulsa en Gaza y confirma que su supuesta neutralidad es una farsa, manifestó.
En tanto, el presidente del Consejo Nacional Palestino, Rawhi Fattouh, consideró que el uso del veto demuestra la hipocresía de la administración de Joe Biden.
Estados Unidos demuestra que es un socio de la ocupación israelí y un obstáculo en el camino hacia la solución de la cuestión palestina, indicó.
“Nuestro derecho a la autodeterminación nunca ha estado sujeto a negociaciones. Es un derecho natural, histórico y legal vivir en nuestra patria, Palestina, como un Estado independiente, libre y soberano”, respondió el representante permanente de Palestina ante Naciones Unidas, Riyad Mansour.
A su vez, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) criticó el sesgo de Washington.
“Una vez más, Estados Unidos se enfrentan a la voluntad internacional y reafirma su postura contra nuestro pueblo palestino y su derecho a la autodeterminación”, cuestionó en un comunicado.
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